Es común asociar la transición energética a la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, pero es menos frecuente hacerlo con áreas como la soberanía o la competitividad. Posiblemente la gran ruptura del discurso negacionista esté en estas dos claves. En primer lugar, afirmando que las renovables nos hacen menos dependientes de las importaciones de hidrocarburos del extranjero y que, por lo tanto, nos hacen más fuertes como país. Y en segundo lugar, destacando que podría ser un estímulo en favor de la competitividad de nuestras economías regionales y locales.
Detengámonos sobre esta segunda idea. Es evidente que la energía es inseparable de la inmensa mayoría de actividades económicas. Parece sensato, por lo tanto, dotarnos tanto de una producción propia de energías renovables como de una renovación de los equipamientos para lograr el bajo consumo, haciendo que las unidades económicas sean más autónomas frente a los cambios del mercado eléctrico convencional y de una situación internacional cada vez más convulsa.
Soberanía y competitividad. En base a estos dos criterios, en Alcorcón lanzaremos para el año 2023 un fondo de 350.000 euros dirigido a empresas locales que quieran instalar energía solar fotovoltaica o renovar su equipamiento por uno de bajo consumo.
Frente al modelo de grandes superficies comerciales, capital transnacional e importación de los hidrocarburos, los Ayuntamientos tenemos la obligación de poner en marcha políticas públicas que revalorice la economía local como espacio estratégico para crear riqueza y dinamizar la vida en comunidad.
La dimensión de la estructura económica o el movimiento internacional de capitales son procesos demasiado grandes para ser abordados por una entidad local. Sin embargo, desde lo cercano sí podemos contribuir a incidir sobre aspectos concretos que marquen la diferencia.
En este caso, el alivio en la factura de la luz que supondría el cambio a renovables y equipamiento de bajo consumo puede ser un antes y un después para muchos comercios de barrio. Por esa razón hemos decidido actuar sobre este aspecto, porque permite generar transformaciones que tienen un efecto con alcance a medio y largo plazo.
Esta medida se suma al esfuerzo que hemos desplegado desde el Gobierno municipal para promover nuestra economía local. Este fondo llega tras la organización de certámenes para situar nuestra gastronomía en el mapa, la prestación de asesorías sobre ahorro energético, el acompañamiento a los negocios en su digitalización o la promoción de diferentes ferias para promover un consumo local más sostenible y cercano. No nos quedamos ahí, nuestra ambición mira hacia el horizonte.
Hemos solicitado fondos europeos para el proyecto “Alcorcón, Paisaje Comercial”, que busca impulsar la economía local mediante su fortalecimiento, modernización y digitalización para avanzar hacia un modelo de centro comercial abierto que revalorice el comercio local, recupere la plaza pública y lleve la alegría a los barrios.
Porque hablar de comercio local y de renovables es hablar de vida en comunidad. Y para eso deberían estar las ciudades. Para vivir.
Por Jesús Santos y Raquel Rodríguez
Tte. Alcalde de Alcorcón y Diputado en la Asamblea de Madrid; concejala de Desarrollo Económico, Formación y Empleo de Alcorcón
Fuente: madridiario.es
